domingo, 12 de julio de 2009

UNA GRAN VERDAD:

"LO ÚNICO QUE NECESITA EL MAL PARA TRIUNFAR, ES QUE LOS HOMBRES BUENOS NO HAGAN NADA"

Edmund BIURK

sábado, 11 de julio de 2009

LA ESPERANZA DE UN SUEÑO


Una pequeña oruga caminaba un día en dirección al Sol. Muy cerca del camino se encontraba una langosta.

“Hacia donde te diriges?, le preguntó.

Sin dejar de caminar, la oruga contestó:

“Tuve un sueño anoche, soñé que desde la punta de la gran montaña yo miraba todo el valle. Me gustó lo que ví en mi sueño y he decidido realizarlo.”

Sorprendida la langosta dijo mientras su amiga se alejaba: “Tú debes estar loca. ¿ Cómo podrías llegar hasta aquel lugar?¡ Tú una simple oruga! Una piedra será una montaña, un pequeño charco un mar y cualquier tronco una barrera infranqueable!”

Pero la oruga estaba lejos y no la escuchó.

Sus diminutos pies no dejaron de moverse.

De pronto se oyó la voz de un escarabajo:

“¿Hacia dónde te diriges con tanto empeño?”

Sudando, la oruga le dijo jadeante:

“Tuve un sueño y deseo realizarlo. Subiré a esa montaña y desde allí contemplaré todo nuestro mundo.” El escarabajo no pudo aguantar la risa, soltó la carcajada y luego dijo:

“Ni yo con patas tan grandes intentaría un emprendimiento tan ambicioso.”

El escarabajo se quedó en el suelo tumbado de la risa, mientras la oruga continuó su camino, habiendo avanzado ya unos cuantos centímetros.

Del mismo modo, la araña, el topo, la rana y la flor, aconsejaron a nuestra amiga desistir:

“Tú no lo lograrás jamás”, le dijeron, pero en su interior había un impulso que la obligaba a seguir.

Ya agotada, sin fuerzas y a punto de morir, decidió parar a descansar y construir con su último esfuerzo un lugar donde pernoctar.

“Estaré mejor”, fue lo último que dijo y murió.

Todos los animales del valle, por días, fueron a mirar sus restos. Ahí estaba el animal más loco del pueblo. Había construido su tumba un monumento a la insensatez. Ahí estaba un duro refugio, digno del que murió queriendo realizar un sueño irrealizable.

Una mañana, en la que el Sol brillaba de una manera especial, todos los animales se congregaron en torno a aquello que se había convertido en una advertencia para los atrevidos.

De pronto, quedaron atónitos. Aquel capullo duro comenzó a resquebrajarse y con asombro vieron unos ojos y una antena que podía ser la de la oruga que todos creían muerta...

Poco a poco, como para darles tiempo a reponerse del impacto, fueron saliendo las hermosas alas, un arco iris era aquel impresionante ser que tenían frente a ellos; una mariposa.

No hubo nada que decir. Todos sabían lo que haría, se iría volando hasta la gran montaña y realizaría su sueño: el sueño por el que había vivido, por el que había dejado de existir y por el que había vuelto a vivir.


Hemos sido creados para realizar un sueño. Vivamos por él, intentemos alcanzarlo, pongamos la vida en ello y si nos damos cuenta que no podemos, quizás necesitemos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en nuestras vidas.

Y entonces, con otro aspecto, con otras posibilidades, lo lograremos.


EL ÉXITO EN LA VIDA NO SE MIDE POR LO QUE HAS LOGRADO, SINO POR LOS OBSTÁCULOS QUE HAS TENIDO QUE SUPERAR EN EL CAMINO PARA PODER LOGRARLO.

Autor: CARPER

Gentileza: Reynaldo CABRERA

martes, 7 de julio de 2009

TAZÓN DE MADERA

El viejo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años. Ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban.
La familia completa comía junta en la mesa, pero las manos temblorosas y la vista enferma del anciano hacían el alimentarse un asunto difícil. Los guisantes caían de su cuchara al suelo y cuando intentaba tomar el vaso, derramaba la leche sobre el mantel.

El hijo y su esposa se cansaron de la situación."Tenemos que hacer algo con el abuelo", dijo el hijo."Ya he tenido suficiente. Derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo".

Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor.
Ahí, el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer.


Como el abuelo había roto uno o dos platos, su comida se la servían en un tazón de madera.


De vez en cuando miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver una lágrima en sus ojos mientras estaba ahí sentado sólo.
Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía, eran fríos llamados de atención cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida.

El niño de cuatro años observaba todo en silencio.
Una tarde antes de la cena, el papá observó que su hijo estaba jugando con trozos de madera en el suelo.
Le preguntó dulcemente: "¿Qué estás haciendo?" Con la misma dulzura el niño le contestó: "Ah, estoy haciendo un tazón para ti y otro para mamá para que cuando yo crezca, ustedes coman en ellos."
Sonrió y siguió con su tarea.

Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla.
Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Y, aunque ninguna palabra se dijo al respecto, ambos sabían lo que tenían que hacer.
Esa tarde el esposo tomó gentilmente la mano del abuelo y lo guió de vuelta a la mesa de la familia.
Por el resto de sus días ocupó un lugar en la mesa con ellos.Y por alguna razón, ni el esposo ni la esposa, parecían molestarse más cada vez que el tenedor se caía, la leche se derramaba o se ensuciaba el mantel.

Los niños son altamente perceptivos. Sus ojos observan, sus oídos siempre escuchan y sus mentes procesan los mensajes que absorben.
Si ven que con paciencia proveemos un hogar feliz para todos los miembros de la familia, ellos imitarán esa actitud por el resto de sus vidas. Los padres y madres inteligentes se percatan que cada día colocan los bloques con los que construyen el futuro de su hijo. Seamos instructores sabios y modelos a seguir.

AUTOR: Desconocido

EL PUENTE

No hace mucho tiempo, dos hermanos que vivían en granjas adyacentes cayeron en un conflicto. Este fue el primer problema serio que tenían en 40 años de cultivar juntos hombro a hombro, compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes en forma continua.

Comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo hasta que explotó en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas de silencio.

Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis. Al abrir la puerta, encontró a un hombre con herramientas de carpintero.

- "Estoy buscando trabajo por unos días", dijo el extraño, "quizás usted requiera algunas pequeñas reparaciones aquí en su granja y yo pueda ser de ayuda en eso".

- "Sí", dijo el mayor de los hermanos, tengo un trabajo para usted.

Mire al otro lado del arroyo, en aquella granja vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor.

La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros pero él desvió el cauce del arroyo para que quedara entre nosotros. Él pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor.

¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero? Quiero que construya una cerca de dos metros de alto, no quiero verlo nunca más.

El carpintero le dijo: "Creo que comprendo la situación".

El hermano mayor le ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la granja por el resto del día para ir por provisiones al pueblo.

Cerca del ocaso, cuando el granjero regresó, el carpintero justo había terminado su trabajo.

El granjero quedó con los ojos completamente abiertos, su quijada cayó.

No había ninguna cerca de dos metros. En su lugar había un puente que unía las dos granjas a través del arroyo. Era una fina pieza de arte, con todo y pasamanos.


En ese momento, su vecino, su hermano menor, vino desde su granja y abrazando a su hermano mayor le dijo:

- "Eres un gran tipo, mira que construir este hermoso puente después de lo que he hecho y dicho".

Estaban en su reconciliación los dos hermanos, cuando vieron que el carpintero tomaba sus herramientas.


- "No, espera". "Quédate unos cuantos días, tengo muchos proyectos para ti", le dijo el hermano mayor al carpintero.

"Me gustaría quedarme", dijo el carpintero, "pero tengo muchos puentes por construir".

Justificar a ambos ladosMuchas veces dejamos que los malentendidos o enojos nos alejen de la gente que queremos, muchas veces permitimos que el orgullo se anteponga a los sentimientos, no permitas que eso pase.

Autor: Desconocido

Fuente:http://www.enbuenasmanos.com/articulos/muestra.asp?art=914

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